San Blas fue médico y obispo de Sebaste en Armenia (actual Turquía). Hizo vida eremítica en una cueva del Monte Argeus
Se convirtió en mártir por ser torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos
"...Cuando volvió a tierra por orden de un ángel, fue colgado de un poste, lacerado con rastrillos de cardar y decapitado"
El origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta proviene del siguiente relato;
"Una pobre mujer tenía a su hijo agonizando porque se le había atravesado una espina de pescado en la garganta. Corrió hacia un sitio por donde debía pasar el Santo. Se arrodilló y le presentó al hijo que se ahogaba"
"San Blas le colocó sus manos sobre la cabeza del niño y este recobro la salud. El pueblo lo aclamó entusiasmado"
Según la leyenda, se le acercaban también animales enfermos para que les curase pero no lo molestaban en tiempo de oración
La tradición manda visitar al Santo, y llevar consigo un roscón de azúcar o anisillos para bendecirlos en la misa que se hace en honor a San Blas
El día que se celebra la festividad de San Blas, centenares de personas se acercan hasta la Iglesia que guarda al Santo, para bendecir el delicioso roscón, que nos va a proteger la garganta durante un año
Son muchas las localidades que celebran la festividad de San Blas como Lituénigo, Tarazona, Tudela, Ribaforada....
En Tudela también se conserva la tradición de bendecir los panes
Y siguiendo la tradición, con alegría y premura visitamos a San Blas para que bendiga nuestro delicioso roscón, y así quede la garganta bajo su protección de todos los males....
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