Sinagoga de Agreda

Los judíos de la villa de Ágreda acudían sin faltar nadie hasta esta Sinagoga, de la que todavía hoy perdura el ábside semicircular románico, situada donde hoy se llama la Puerta de la Villa

Ese día en la villa de Agreda se cerraban comercios y  tiendas, por ser en su mayoría judíos los propietarios

Todos los del mismo oficio trabajaban en la misma calle, a la que le daba el nombre, y hoy son el recuerdo de aquellos carpinteros, tejedores, curtidores, artesanos, zapateros y carniceros moradores de la villa de Ágreda bajo la mirada vigilante del Moncayo

Según una carta del archivo de la Peña, fechada el 20 de enero de 1303:
"Los judíos de la villa debían pagar en concepto de diezmo 210 cabras, 29 ovejas, 16 borregos, 2 yeguas y tres chotos"

Aquí en Ágreda la convivencia entre la comunidad cristiana, judía y musulmana era pacífica, a pesar de las diferencias de raza y religión. Sin embargo, en 1492, tras el decreto de expulsión de los judíos, la vida diaria en la villa queda tristemente alterada

En 1493 el edificio de la sinagoga queda en manos del Concejo de Ágreda, mediante concesión otorgada en la Real Merced dictada por los Reyes Católicos. Y hasta la fecha como la Iglesia de Santo Domingo

Es interesante saber que en el Archivo Municipal de Agreda se conserva un fragmento de la Torah, datado del SXIII o SXIV, del que se conservan tres columnas, y que desde hace unos años ha formado parte de numerosas exposiciones como las realizadas en la Biblioteca Nacional y Washington

En nuestra visita a la ciudad de Ágreda disfrutaremos paseando por estas estrechas calles que han sido testigo de la intensa actividad de gentes de oficio