El visitante podrá disfrutar de un agradable paseo en familia en donde podrá ver unas magníficas vistas del hermoso Valle del Huecha que hace que esta ruta sea de alto valor ecológico y de un gran interés
Nivel de dificultad es bajo
Distancia de la ruta es de 2,8 Km
Tipo recorrido circular
Recomendable uso de calzado adecuado
Ruta perfectamente señalizada
Al salir desde la puerta del Lugar, tomaremos el desvío a la izquierda y nos encontraremos con una senda que desciende a las huertas del Huecha. Durante el descenso podremos disfrutar de unas excelentes vistas de las Peñas de Herrera, Morana y una antigua ermita, hoy en ruinas
Una vez abajo, en las huertas, nos encontramos con el antiguo lavadero recientemente restaurado, el cual nos permite verificar la dureza de la tarea para el cual había sido diseñado, sin olvidar el principal uso que se le da al agua del Huecha, que es el regadío de dichos huertos
Atravesamos el Huecha por un pequeño puente, y adentrándonos en los huertos podemos ver los diferentes productos que las tierras del Moncayo nos ofrecen, desde los tipicos cereales de secano a diferentes tipos de hortalizas, y también los frutales que nos hacen las delicias del paladar
Continuamos por la pista forestal que nos llevará hasta el cruce con la GR 260 dirección Alcalá y la GR 90 dirección Talamantes, nosotros continuaremos por la pista forestal de la derecha dirección Añon por Cuevas. Las vistas desde este lugar nos muestran el espectacular macizo del Moncayo
En nuestro camino nos encontraremos con una carbonera restaurada por la Asociación La Fragua de Añón de Moncayo
El carbón vegetal en el Moncayo era utilizado principalmente como combustible y se depositaba en las ferrerías moncaínas junto con el mineral que se extraía de las minas de hierro de Añón y Calcena
El oficio de carbonero ha sido la principal fuente de ingresos de la mayoria de las familias del Somontano del Moncayo
La vida del carbonero giraba en torno al monte
Estos dormían en cabañas para poder vigilar la carbonera, sus mujeres una vez sacado el carbón, lo cargaban en los lomos de los abríos y lo vendían en los pueblos de alrededor, y los niños tenían encargada la tarea de llevar la comida a los carboneros
Continuaremos nuestro camino, no sin detenernos a admirar todo tipo de plantas aromáticas, frutales y árboles, muy pronto nos encontraremos con el actual refugio "El Tejar" y a su derecha podremos ver un horno cuya utilidad era la fabricación de tejas
En la época de máximo auge de la minería en el Moncayo, existió en Añon de Moncayo la famosa Ferrería de Morana
Las ferrerías tenían asignadas una sección de bosque para proveerse de leña
Durante los años 80 se cortaron grandes masas de bosques de Añón y Tarazona para obtener carbón vegetal y de esta forma poder alimentar el horno de la fundición
Esta práctica fue la causante de la tala indiscriminada de carrascales y hayedos dejando al Moncayo arrasado, sin bosques y con grandes zonas de erosión por las lluvias y nieves
Emprenderemos nuestro camino por la senda forestal de la derecha y avanzaremos entre los últimos huertos de esta pequeña ruta que nos traslada al modo de vida que llevaban nuestros abuelos
Y continuamos hasta llegar al antiguo puente románico, cruzaremos el rio Huecha, de él destacaremos su belleza, austeridad y sencillez
En este punto tomaremos el camino a la izquierda que nos acerca al área recreativa de las Cuevas de Añon o bien se regresa al pueblo tomando el camino a la derecha
Nosotros decidimos acercarnos al área recreativa cuyo pareje es uno de los más singulares del Moncayo, en este lugar podremos disfrutar de un acogedor merendero y de una animada conversación con el responsable del bar
Una vez allí nos acercaremos a las Cuevas de Añon situadas en la margen izquierda del río Huecha. Estas cuevas eran utilizadas tradicionalmente como cerramientos ganaderos. Por una de ellas aflora un manantial cuyas aguas proceden del vecino barranco de Morca
Estas aguas tras ser recogidas por una acequia se usan para regar prados y huertos, y van a parar al Huecha, que en esta zona presenta un respetable caudal
Desde allí emprenderemos nuestro camino de vuelta hacia Añon de Moncayo
Nuestro paseo no puede finalizar sin dirigirnos al Hotel Restaurante El Comendador de Añon, donde nuestros amigos Javier y Ana, en un exclusivo ambiente familiar, nos hicieron disfrutar de su cocina, con una carta adaptada y renovada a la temporada
Ahí mismo pudimos disfrutar de su recién construida terraza Chill Out, donde las últimas tendencias musicales nos amenizaron la estancia
Fotografía realizada desde Hotel Restaurante El Comendador de Añon
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